Desde que arrancó la temporada que las cifras y las crónicas destacan lo importante que es Manu Ginóbili para los Spurs. Pero verlo en vivo por TV (triunfo ante Dallas 97-95), demuestra el liderazgo absoluto que tiene. Ayer contra Dallas, no jugó Tim Duncan. Eso hizo que todo el peso ofensivo pase por las manos de Tony Parker y el bahiense. El Mago Emanuel dio cátedra: más allá de sus números bestiales, -como titular jugó 39 minutos, anotó 37 puntos, que combinó con 4 rebotes y 6 asistencias- el 20 apareció en los momentos claves. Mientras que Parker se cargaba de faltas, Manu se tomó la base del equipo y manejó los tiempos. Con él en cancha, el equipo siempre estuvo al frente (tuvo un terrible 3° cuarto con 16 puntos). Más allá del 50% de tiros de cancha, lo que brilla es la efectividad que tiene para tomar decisiones. Hace siempre lo que el partido pide. Popovich, chocho, se desvive en elogios. Es que el único jugador en la historia en ganar títulos de NBA, Euroliga y Juegos Olímpicos está rindiendo a un nivel altísimo. Y como si fuera poco, deja satisfechos a los amantes del showtime. Si no, preguntenle al francés Diop que se comió una terrible volcada facial.
Lo de Fabricio Oberto va por otro carril. El cordobés es el tipo que lucha, que pone cortinas para liberar juego, el que se raspa. Así y todo, sin Timmy-D, el de Las Varillas toma más atribuciones en ataque. Ayer terminó afuera por faltas cuando expiraba el partido, pero aportó 8 puntos y 5 tableros, con perfecta efectividad en 25 minutos.
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